Un año más hemos finalizado en Castillo de Cuzcurrita las labores de la vendimia.
A pesar de que ha sido un año complicado, a consecuencia del Covid-19 y que las condiciones climatológicas no han sido muy favorables a lo largo del año, el resultado final ha sido bueno, con una gran calidad de uva.
La lucha contra la pandemia ha supuesto además un esfuerzo mayor por las extremas medidas de seguridad e higiene que la situación requiere.
En Castillo de Cuzcurrita cultivamos un total de 25 hectáreas de viñedos, con edades comprendidas entre los 25 y los 100 años. Su cuidado se realiza de manera ecológica o en viticultura integrada, garantizando así una producción saludable y una uva de máxima calidad.
Las viñas, de variedad tempranillo en el caso de los vinos tintos y viura en el vino blanco, son vendimiadas a mano para evitar en lo posible el daño del fruto. La uva blanca madura antes que la tinta y, por ello, es la que se vendimia en primer lugar.
Una vez que la uva llega a bodega tienen lugar los diferentes procesos en la elaboración del vino como son la mesa de selección, despalillado, estrujado, fermentación alcohólica, prensado, fermentación maloláctica y embotellado.
Las instalaciones de nuestra bodega están diseñadas para respetar al máximo el trabajo del viñedo. Todo el movimiento de mosto y vino se realiza por gravedad, reduciendo al máximo la intervención en todo el proceso de elaboración.